MONITOS LAVANDO PLATANITOS
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Ponencia:??? II Congreso de Colegios y Educadores Nikkeis.
Expositor:? Samuel Matsuda Nishimura.
Fecha:??????? 5 de setiembre de 2014.
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Introducción
Después de un intenso,? agotador, pero disfrutado trabajo? para editar ?un libro sobre la inmigración japonesa presentado hace una semana, retomo este proyecto?Monitos lavando platanitos,??encarpetado desde hace cuatro años. Agradezco a los organizadores de este Congreso de educadores por haberme ?brindado la oportunidad de exponerla públicamente en UN lugar muy adecuado y ante la audiencia más apropiada, porque?Monitos lavando platanitos?abarca aspectos de la instrucción y la formación educativa, especialmente de principios y valores.???
Me temo, con alguna seguridad, que para todos ustedes ha sido una sorpresa? que, en el programa de este importante evento educativo, se haya incluido una extraña ponencia que más parece sacada de una revista de caricaturas y viñetas infantiles.? ¿Monitos lavando platanitos? ¿Qué es eso? ¿Qué significa, qué involucra?”, se habrán preguntado.
UNO
Descifremos la incógnita.
Un pescador llega a una pequeña isla habitada solo por monitos. En el centro de la isla hay un platanal que ya no da frutos. “Pobres monitos ?piensa el pescador-? voy a traerles algo de comer”.? Regresa a la isla llevando plátanos, y se queda a observar la reacción de los animales.? Ve que un monito agarra varios plátanos, se acerca a la orilla y se pone a lavarlos.?Alguna explicación del porque el primer monito lavo el plátano?El plátano no requiere ser lavado, ¿verdad? Qué extraño, se dijo el pescador.? A los cuatro días, llevó más plátanos.? Nuevamente, observó que uno de los monitos, sin duda era el mismo, se acercó a? la orilla a lavar el plátano, pero otro monito también hizo lo mismo.?? Días después volvió con más plátanos, y ya eran cinco los monitos lavadores; después ocho, luego quince, y finalmente todos los monitos de la isla lavando sus platanitos.
No hay moraleja. ¿Cuál es la conclusión?? Que las cosas se hacen por emulación, por contagio, por imitación.
En esa pequeña sociedad de? animales, un monito empezó lavando, después otro lo imitó y? finalmente todos los monitos siguieron su ejemplo.?? De igual manera, ocurre en la sociedad humana;? lo comprobamos y experimentamos todos los días.
Sigo con el ejemplo de los plátanos.
Un niño y un adulto van por la calle. De repente, se topan con un carretillero que vende frutas.? El niño le dice al adulto: “Papá, ¿me puedes comprar un plátano?”. “Por supuesto, hijo”, y compra dos plátanos, uno para cada uno. Mientras van caminando, el adulto descascara su plátano y tira la cáscara en la vía pública.? El niño increpa al adulto: “No, papá, así no se hace”. El niño recoge la cáscara, busca un tacho municipal y deposita allí el desperdicio.???Fin.
Los hábitos y las costumbres, en general,? se adquieren así, en el hogar, en la escuela, en el trabajo, en la calle, con las buenas o malas juntas, y? se hacen carne y forma de ser y de actuar ?en las gentes. Los malos hábitos se multiplican por inercia o por no tener conciencia de que son hábitos erróneos, y “como es moneda corriente y todo el mundo los tiene”, pues nada pasa y solo lamentamos que siga ocurriendo sin hacer algo para remediarlos.
Estas malos hábitos no tienen fronteras ni posiciones sociales y económicas ni de grados de instrucción.? Se dan en todos lados.
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??? Bien,??¿qué es?Monitos lavando platanitos? Hace cuatro años empecé a esbozar guiones y llegué a escribir unos 60, y ahí los dejé en stand by por diversas razones. ?Hoy estoy aquí muy estimulado y más entusiasmado para retomar la tarea de seguir describiendo estas cortas anécdotas aunque a veces me causan desazón, cólera, me hacen proferir lisuras, también sollozos y risas.? Caballero nomás pues,? a escribir los 8.888 malos hábitos que tenemos los peruanos que nos hacen cuatro veces “el ocho”? en nuestra vida cotidiana.? La cifra también es metafórica.
Es un asunto alucinante. En el solo tema de lo que hacen los choferes públicos y privados, tenemos como 888 situaciones que todos conocemos, sufrimos y hasta causamos.? Los microbuseros? abusivos que paran en donde les da la gana, el semáforo no respetado y violado, los peatones imprudentes, ?el policía coimero, etcétera, etcétera, etcétera.? Y eso, sólo en tránsito vehicular.
En concreto,?Monitos lavando platanitos??consiste en producir vídeos en los cuales los niños sean los principales protagonistas, sean los educadores de los adultos, los que indiquen la ruta correcta, porque los adultos con malos hábitos no tienen capacidad de educadores para señalar deficiencias y enseñar a otros.
Estos dvd´s grabados, como el del padre que tira la cáscara en la vía pública, apenas duran 30 segundos. El proyectoMonitos lavando platanitos?tiene como objetivo??elaborar? la mayor cantidad de guiones?acerca de los malos hábitos de los peruanos, y producirlos?para que se distribuyan a todos los nidos, escuelas primarias públicas y privadas de todo el país.?No solo eso. Que se transmitan estos vídeos? por la televisión, el medio de comunicación y de información más ?influyente en la vida de la sociedad. ??El objetivo es que antes del inicio de cada uno de sus programas, se dignen en pasar estos vídeos de apenas 30 segundos. ?En este punto, debo declarar que no soy ningún Adán.? Estoy enterado?? que existen otras entidades que están tratando el tema, pero hasta ahora de manera esporádica. Lo ideal sería unir esfuerzos por cuanto todos tenemos la misma noble finalidad.
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??? Estimados maestros y maestras, no es la intención asumir roles de ??moralistas o de simples críticos. Se trata de asumir que estamos afrontando una triste realidad de nuestra sociedad. Se trata de compartir el deber moral de hacer algo por mejorarla.? La crítica, por si sola,? que se queda en el puro “floro”, hablado o escrito en un papel,? sino? plantea alternativas de solución a los problemas y males sociales, no sirve para nada.
Regreso al tema de los dvd´s. ?Estoy firmemente convencido de que esta apuesta por una acción social, cultural, educativa y formativa ?de grandes y profundos alcances en favor del desarrollo humano peruano, habrá de plasmarse en concreta realidad. ??De? su necesidad imperiosa de ya hacer efectivo?Monitos lavando platanitos,?me anima la convicción de que, de una u otra manera,?? ?todas las personas, instituciones y empresas conscientes de que estas enfermedades sociológicas? que, tanto mal nos causan? a? nivel personal, familiar,? comunitario y nacional, nos entrampa como país? en el intento de lograr un más acelerado desarrollo? económico y humano. Creo que no habrá reticencias ni acciones negativas contra el proyecto, y si las hubiere lucharemos contra ellas y seguiremos para adelante.
Soy optimista y quiero decirles? la razón de mi optimismo y de mi fe.
Hace unos tres meses, salí a comprar acompañado de un niñito de 3 años de edad, a quien quiero mucho. Hijo de un joven amigo, el chiquito se llama Jeshua que en griego significa Jesús. Antes de cruzar la avenida, le dije que mirara el semáforo, y le expliqué. “Cuando está en dolor rojo,? no se cruza la pista.? Solo cuando está en verde, ¿me entendiste?”. “Sí, Olli, rojo no se cruza, verde sí se cruza”, me respondió. (“Olli”? en japonés quiere decir abuelo).? Hace una semana, volví a salir en carro con Jeshua, y cuando llegamos a un cruce de calles, yo un poco distraído casi me paso la luz roja si no es por la advertencia oportuna del chiquitín que me dijo: “Ollí,? está en rojo. No puedes cruzar”. Así, son los niños desde su tierna edad cuando aprenden bien la lección, tienen autoridad moral para hacernos ver las cosas correctas, directamente, sin ambages.
Si los adultos por sus costumbres y hábitos equivocados que conllevamos desde hace tiempo, no podemos ser líderes para el cambio de la sociedad, pues, hay que promover el liderazgo de los niños. Por eso, creo que los protagonistas de estos vídeos deben ser niños: docentes indiscutibles de los adultos; dotados de autoridad moral que emerge de su propia autenticidad, como la del niño que recoge la cáscara tirada en la calle por su padre,? el cual aprende ipso facto de su pequeño hijo lo que no debe volver nunca jamás.? Ese padre de familia tendría que ser una bestia para no asimilar el ejemplo de su pequeño hijo y no cambiar de actitud.
Ese solo ejemplo me da optimismo y confianza en la tarea que harán los ?monitos lavando platanitos, es decir, los niños formando a los adultos. ?Este es un proyecto de mediano y largo alcance, de varias décadas,?cuyos resultados no son inmediatos.? Sus frutos se irán dando, de? poco en? poco, luego más y más, ?y se multiplicarán? desde el momento en que empecemos ya ?a sembrar semillas de valores en los niños, adolescentes y jóvenes, y ellos se vayan convirtiendo en los ciudadanos ?con ?ética y principios? que necesitamos? para cosechar los profesionales y empresarios ?responsables socialmente; en los maestros, en los jueces, en los policías y en los burócratas, todos conscientes de su rol fundamental en la sociedad, y sobre todo? en los políticos que piensen en función de los supremos intereses del país.
En Japón hay un antiguo refrán que dice: “Es mejor viajar lleno de esperanzas que llegar”.? El refrán tiene la virtud de ayudarnos a entender la importancia de ponerle ilusión al camino, y nos indica que el éxito ya está inmerso en el sueño que va camino a ser realidad.
Si el sueño de los?monitos lavando platanitos?es posible encaminarla ya, entonces la celebración del Bicentenario de la Independencia Nacional, en el 2021, encontrará en mejor situación a nuestra querida patria.? Esos “monitos”, esos? nuevos ciudadanos bien formados que fueron creciendo y enseñando valores de vida serán sus merecidos protagonistas.
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DOS
Al inicio, dije que esta metáfora de los Monitos lavando platanitos tenía varios alcances, entre ellos, se refiere al tema del liderazgo.?
Jorge Valdano (futbolista argentino, ex campeón mundial, también ?escritor y pensador), cuenta que hace algunos años se convocó a los mejores entrenadores de fútbol más exitosos del mundo para que expusieran porqué eran triunfadores. Había españoles, italianos, brasileños, ingleses, argentinos, holandeses.
Al escuchar las exposiciones de cada uno de ellos, los organizadores estaban al borde de la desesperación. No había nada en común entre estos entrenadores? famosos, al punto que había personalidades opuestas.? Sin embargo, se descubrió una cualidad unitaria muy significativa en todos y cada uno de ellos en todos y cada uno de ellos: Autenticidad.? No importaba ya la personalidad del genio fuerte, del gritón,? de los gestos antipáticos,? hoscos o amables.? Simplemente ?ellos se consideraban responsables y líderes de grupos de futbolistas? a los que tenían que conducir al éxito.? Eran líderes desde una profunda convicción para crear un clima emocional ganador en sus pupilos.
Por encima de cualquier receta, los grandes líderes son auténticos, íntegros, que creen en sí mismos y desde esa fuerza interior transmiten y contagian.
En el ejercicio del liderazgo, el líder tiene que ser? constructivo, ético, socialmente ejemplar.? Hay líderes y “líderes”. Lincoln, Gandhi, Mandela fueron? líderes para el bien que llevaron a sus países al triunfo de la equidad social. Opuestamente,? Atila y Hitler fueron líderes para el mal? y arrastraron a sus pueblos a la desgracia y a la condena histórica.
El líder es aquel que influye sobre más personas positivamente;? es aquel que hace mejor al prójimo;? es aquel? que entre la gente? genera credibilidad y confianza.
A propósito, aquí mismo en el Perú, se dice sarcásticamente que el peor enemigo de un peruano, es otro peruano.? No, no creo que sea así.? El peor enemigo del peruano es la desconfianza que nos caracteriza, la cual desinfla nuestras propias causas. Es un hondo bache que no permite avanzar.
La experiencia histórica universal demuestra que en las naciones en donde existe un mayor grado de confianza en las instituciones y en la integridad y credibilidad en las personas, las posibilidades de éxito son mayores. La credibilidad es una condición que cuesta mucho ganar y es fácil de perder.
?Monitos lavando platanitos?no? solo significa el aseo de algo físico sino también? la acción de lavarse el alma; de fortalecer el espíritu? para? construir? líderes que? generen? confianza, autenticidad , credibilidad y autoridad moral.
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TRES
Finalmente, más que al tema de la difusión de conocimientos y la enseñanza de números, letras y ciencias que, sin lugar a dudas, son de trascendental importancia para el desempeño futuro de los estudiantes, permítanme hacer referencia a la educación de los valores humanos que se hace indispensable para detener la avalancha de analfabetismo moral en que se debate la sociedad peruana. Padecemos una crisis social de valores que se manifiesta en el crecimiento de la delincuencia, en los asesinatos, en
los frecuentes accidentes de tránsito, en la inseguridad ciudadana, en la corrupción pública, en la mediocridad burocrática.
El analfabetismo ético requiere de una lucha frontal, sin pausa, que debe darse en el hogar y en la escuela.
En un mundo agitado, de competencias personales, profesionales, institucionales y empresariales, en el que más se apunta a TENER más cosas materiales y lujos en vez de que se haga prevalecer el concepto de SER.
Creo que junto? con la importante tarea de impartir conocimientos,? la misión de la escuela es formar personas auténticas, honestas, justas, solidarias, agradecidas, respetuosas, responsables y perseverantes.
En este sentido, creo que ?la escuela habrá cabalmente logrado su misión educativa y formativa cuando es consciente de que cada? estudiante ha recibido?? un mensaje de vida que le ha enseñado:
– A aprender a ser solidarios y tener vocación de servicio.
– A aprender a ser auténticos y tener coraje? y firmes convicciones para defender lo que consideren que es justo.
– A aprender a dudar, y a saber despejar correctamente sus dudas.
– A aprender a buscar la verdad y cuando se equivoquen? a tener la hidalguía de rectificarse.
– A aprender no solo a tener espíritu crítico sino también a ofrecer alternativas de solución.
– A aprender a soñar y a tener ilusiones, así como aprender a aceptar y enfrentar los desafíos que a cada paso presenta la realidad humana.
– A aprender, en fin, más que para la escuela, aprender para la vida.
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??? Al llegar a este punto, estimados maestros, creo que? esta exposición no podría, en estricto, elevarla al rango de ponencia. Sin embargo, con todo respeto permítanme presentarla como una suerte de sugerente reto a
este II Congreso de Colegios y Educadores Nikkeis. Ella, pues,? entraña un desafío concerniente a los varios alcances de la metáfora de Monitos lavando platanitos, en la cual hay mucho de los valores de la cultura y el programa educativo del Japón. El desafío consiste en:
Uno: Incorporar un programa sistemático de educación de los valores humanos y de los buenos hábitos. A este efecto, sería conveniente elaborar un texto único para todos los colegios nikkeis. Al respecto, podrá ser muy útil incluir? los valores de la cultura y lo que concierna del programa educativo del Japón.
Dos: Establecer una especie de escuela para padres que funcione, por lo menos una vez al mes, con asistencia obligatoria, en la que se trate y evalúe las acciones de formación educativa en el hogar. Elaborar unas “Guías de Trabajo” que los padres deberán cumplir en sus hogares. Tengamos en cuenta que la familia es la primera y principal escuela de valores. Se trata, entonces, de constituir una alianza escuela ? hogar para obtener los mejores resultados.
Tres: Establecer programas consistentes de liderazgo a fin de que las nuevas generaciones de la colectividad sean ejemplos y líderes? más allá de? nuestra pequeña comunidad.
Cuatro: No cejar en el empeño de la unidad y la coordinación entre los colegios de la colectividad nikkei, no solo de Lima sino de todo el país, considerando los importantes y laudables objetivos comunes. Así, se potenciarán mutuamente.
Cinco: Finalmente,? como decimos criollamente, no podría? dejar de lado a los?monitos lavando platanitos.?Con mucho orgullo y contento? les digo que en este II Congreso de Colegios y Educadores Nikkei estoy iniciando la campaña deMonitos lavando platanitos. Les suplico que me ayuden informándome, sugiriéndome, contándome? anécdotas sobre los? 8.888 males hábitos y costumbres que tenemos los peruanos.
Es un tema no solo de profunda reflexión sino también de toma de decisiones y de acción.? La reflexión sin acción no ayuda, no sirve de nada. Estoy seguro que ustedes ya se sienten comprometidos para compartir? esta inmensa y significativa tarea de alcance nacional, porque ella está muy acorde con su mejor voluntad de pedagogos del conocimiento y del alma humana.? El éxito coronará esta gestión que aquí estamos iniciando.? El largo camino a la meta empieza con un primer paso. Gracias por haberme brindado la oportunidad de dar con ustedes? este? primer paso.
Gracias, muchas gracias por su amable atención.
Samuel Matsuda Nishimura
Pueblo Libre, viernes 5 de setiembre del 2014
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